Es el primer paso para cultivar y acá te enseñaremos qué sucede en el proceso de germinación de tu semilla y qué podemos saber de tu planta desde ésta etapa.
Cuando el agua entra en contacto con la semilla y traspasa su membrana, activa el proceso de germinación conocido como "imbibición", finalizando con el comienzo de la elongación de la radícula (para laboratorios) o cuando comienza el desarrollo de la plántula (para términos agronómicos)
Para que la semilla active su proceso de germinación debe tener elementos básicos: luz, agua, oxígeno y sales minerales (nutrientes). Éstos últimos se encuentran a modo de reserva en el interior de la semilla, más concretamente almacenados en los cotiledones.
Los nutrientes de reserva que poseen en su interior se tratan de glúcidos, proteínas y lípidos. Esenciales para ayudar en el proceso de imbibición hasta el fin de su etapa como plántula (se considera como tal, desde que la semilla comienza a germinar hasta que la planta logra independizarse de la reserva de nutrientes)
Los glúcidos son los encargados de entregar la energía necesaria para que se pueda activar el metabolismo de nuestra semilla e inicia el proceso de liberación de giberelina (una hormona vegetal que determina la síntesis de enzimas conocidas como proteasas, responsables de la degradación del almidón y la degradación de proteínas a aminoácidos).
Cuando el proceso ya está en marcha, la radícula es el primer brote a través de la envoltura de la semilla. Forma pelos radiculares que absorben el agua de riego y sujetan el embrión al suelo. Posteriormente se empieza a alargar el hipocótilo, que empuja la plúmula y el cotiledón hacia la superficie del suelo.
Los cotiledones que salen a la luz son los encargados de reservar los nutrientes que tiene la semilla hasta que salga el primer par de hojas 'reales' quienes llevan a cabo el proceso de fotosíntesis. Cuando los nutrientes de reserva se acaban comienza el proceso vegetativo de la planta
Como ya mencionamos, para germinar nuestra semilla debemos tener elementos básicos (agua, luz, oxígeno y nutrientes). Acá te enseñaremos un paso a paso de cómo germinar tus semillas.
Materiales:
Recipiente limpio
Papel absorbente
Agua destilada
Paso nº1
Dejaremos el papel absorbente dentro del recipiente.
Humedeceremos el papel con unas pocas gotas de agua y dejaremos las semillas encima, cubriéndolas y volviendo a humedecer la zona.
Paso nº2
Cerraremos el recipiente para conservar la humedad y lo dejaremos en una zona oscura a una temperatura que esté entre 20ºc y 25ºc, lo que ayudará a activar el proceso de germinación.
Paso nº3
Revisar cada 12 a 24 hrs para tener un seguimiento de su proceso.
Cuando el embrión se hinche por entrar en contacto con el agua, para comenzar su proceso romperá la cubierta de la semilla y comenzará a salir la radícula.
Paso nº4
Cuando la radícula ya tenga más de 2cm de largo podrás colocarla en su suelo. Procura no dejar una distancia muy profunda (no más de 5 cm de profundidad) para que la planta al estirarse, sus cotiledones puedan alcanzar la luz, puedan seguir entregando los nutrientes necesarios para la planta y así poder llegar por sobre la superficie del suelo, generando así su proceso de fotosíntesis cuando sale el primer par de hojas oficiales (no cotiledones)
Cuando las enzimas se activan en su metabolismo al empezar el proceso de germinación, éstas descomponen los nutrientes almacenados en sustancias sencillas para ser transportadas por el interior del embrión. El oxígeno que va absorbiendo permite a la semilla extraer la energía contenida en las azúcares de reserva y así iniciar el crecimiento.
Es por ello que debes procurar que su medio de cultivo no sea compacto, para que la semilla en ésta etapa pueda atravesar las paredes que la envuelvan y comenzar a colonizar el espacio sin problemas.
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