Siempre que adquirimos nuestro primer kit de cultivo, viene un pack inicial de nutrientes en botella, del cual esperamos que sean lo necesario para alimentar a nuestra planta y sacar esos cogollos tipo revista. Pero casi nunca nos dicen para qué son y si realmente son lo que corresponde según lo que buscamos del cultivo, además... ¿por qué ese tripack y no otro?
Entendiendo que la planta necesita ciertos nutrientes particulares, hay que saber que la forma de entregárselos puede ser a base de una alimentación orgánica o mineral, y distintos modos (a través de cada riego o preparando el medio de cultivo en donde se desarrollará la planta). Pero sin importar cómo, la planta tiene que adquirir sus nutrientes esenciales para lograr los resultados óptimos que esperamos, para eso, siempre debemos saber para qué son cada uno y así saber en qué etapa agregar unos u otros.
En esta ocasión dividiremos el cultivo en tres etapas:
Para la formación de raíces necesitamos:
Sabiendo que estamos en búsqueda de una buena colonización de raíces de nuestro medio para así poder mejorar la absorción de nutrientes durante las siguientes etapas, manteniendo una planta sana, fuerte y resistente contra hongos productos de excesos de humedad entre otras posibilidades, debemos entregar lo necesario para que estos requerimientos se cumplan.
La entrega de micronutrientes como el Cobre; nos ayudan a componer diferentes propiedades enzimáticas, concentrándose principalmente en la raíz, el Zinc; nos contribuye con proteínas y la construcción de membranas dentro del organismo celular y el Hierro; regula funciones necesarias para el buen funcionamiento del metabolismo.
Estos micronutrientes se pueden aportar a través de minerales envasados o gracias el aporte de productos orgánicos directamente en el sustrato, como la Melaza y Algas que se encargan de entregar los nutrientes mencionados y agregar vitaminas y carbohidratos de manera natural, obteniendo beneficios como un desarrollo y vigor más regulado y acelerar el proceso de crecimiento en nuestra planta. Estos aportes también se pueden encontrar en compuestos de envases bio-mineral para entregarlos a través de cada riego.
Nutrientes como Potasio y Fósforo también son esenciales al momento de tener un sistema radicular resistente contra enfermedades, hongos o temporadas con bajas temperaturas, logrando mantener un crecimiento de raíz constante, teniendo una síntesis de vitaminas y aminoácidos continúa.
La proporción que se entrega de cada uno de los nutrientes (cuando trabajamos con botellas) es la que va cambiando considerando la etapa en la que nos encontremos, al igual que el nivel de pH en nuestro riego varía según la importancia en la absorción que buscamos.
Para vegetación necesitamos:
Al buscar tener un crecimiento con abundante follaje y una planta que se mantenga sana, vigorosa y fuerte, la participación de los 3 nutrientes principales (N, P, K) es fundamental.
El nitrógeno será el nutriente principal de la etapa, regulando la capacidad de crear proteínas, enzimas, aminoacidos, alcaloides, entre otros, además de ayudar en la producción de clorofila - el pigmento verde de nuestras plantas - favoreciendo en el proceso de fotosíntesis y la recepción de la energía lumínica.
La presencia de Potasio en esta etapa ayudará a aumentar la dureza de los tejidos de la planta, teniendo un ejemplar fuerte para soportar los futuros cogollos (una planta con un tallo grueso podrá pasar mucho más alimento que un tallo delgado). Además de favorecer en la síntesis de hidratos de carbono, interviniendo así en el proceso de fotosíntesis; mientras que la entrega de Fósforo nos ayudará en el transporte del agua, pudiendo aprovechar más efectivamente nuestros riegos y nos entrega un crecimiento robusto y vigoroso.
Para floración necesitamos:
Debemos transportar los carbohidratos para la formación de los brotes, además de tener una actividad enzimática que ayude a degradar los nutrientes que no están siendo utilizados por la planta.
La importancia de la correcta aplicación de P y K en esta etapa nos ayudará a tener los resultados que te motivaron a cultivar. Por eso, hay que entender la función de estos dos nutrientes para saber cómo aplicarlos.
El Fósforo (P) se encarga de mejorar el desarrollo de nuestra flor, además de ayudar en la producción de resina. Mientras que la función del Potasio (K) es, a través de la elaboración de proteínas, aumentar el contenido de los aceites esenciales de la planta y así mejorar el sabor del cogollo.
Los potenciadores y estimuladores están compuestos por lo general de vitaminas (encargadas de generar una correcta absorción de nutrientes, procesos de eliminación de auxina, entre otras funciones) y de aminoácidos, importantes para degradar residuos orgánicos y la síntesis de proteínas.
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